Raúl Villares, director de SoniaLab, departamento de innovación de Sonia.

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Raúl Villares, director de SoniaLab, departamento de innovación de Sonia.

P: ¿Alguien en particular que os haya marcado o que tenga gran influencia en vosotros/vuestro trabajo?
R: Bueno,  no tengo ningún "ídolo" en particular, soy muy observador y cuando veo algo que me gusta lo almaceno en el cajón de las ideas. Generalmente me quedo más con la obra que con el autor. Soy fatal para los nombres.
Lo que más ha marcado mi trayectoria profesional fue mi etapa en BCN trabajando con equipos de diseño multidisciplinares y con gente de otros países.
 
P: Estética vs. Funcionalidad, ¿cuál es su evaluación con respecto a esta disyuntiva?
R: No son términos opuestos, son ingredientes para incluir en un producto en la medida que cada uno considere, simplemente hay que encontrar la solución y eso se consigue trabajándotelo. Veo más disyuntiva entre las palabras prestaciones y precio, ¿quiere usted pintura metalizada? ABS?......

P: ¿Relaciona el diseño más con el arte o su metodología y procesos están más cercanos a la ciencia?
R: Bueno la idea inicial está más cerca de la obra de arte que de la ciencia, esta es la parte que más me gusta de mi trabajo, esbozar ideas sobre el papel.  Pero luego hay que materializar, es entonces cuando empieza la parte más científica del proyecto. Podemos decir que combinando ambas metodologías podemos conseguir grandes resultados.
 
P: ¿Cómo se enfrenta el equipo a un nuevo proyecto? ¿Tiene una metodología concreta?¿En qué se inspira antes de comenzar un proyecto?¿Cómo es el proceso básico que sigue?
R: Las especificaciones generales de un proyecto vienen definidas en un documento que genera el equipo comercial. En este fichero se recogen datos como el precio objetivo, el mercado al que va dirigido y el rango de medidas. Son datos inciales con los que empezamos a bocetar y siempre partiendo de un concepto de Diseño como base. Por ejemplo, en el proyecto Fractal buscábamos el juego de volúmenes a partir de caras planas.

Con los bocetos generamos un modelo 3D que realizamos con Solidworks. Es un modelo básico que nos sirve para hacer una pequeña presentación con el equipo Comercial y la Dirección. Superada esta fase y recogiendo datos de esta primera presentación afinamos el producto al máximo. En esta etapa es clave la incorporación del equipo de operaciones al desarrollo que nos ayuda a aterrizar nuestra idea al mundo de la fabricación. Es una fase laboriosa donde diseño e ingeniería deben encontrar un camino factible.

Después de este etapa se prepara una presentación en interno con imágenes en 3D lo más reales posibles donde se puede ver al detalle el proyecto en profundidad. Es el examen más importante por el que tiene que pasar un diseño. Se coteja el resultado con los datos de partida y si el resultado es positivo lanzamos planos y protos para dar el visto bueno definitivo.
 
P: Hoy, en el mundo empresarial, existe una norma no escrita: para tener éxito y conservarlo hay que innovar de manera continua. ¿En este contexto, qué papel pueden jugar los diseñadores industriales?
R: El diseñador debe aportar desde fuera, hay que cuestionárselo todo, en la empresa se adquieren vicios y luego se tiende a dar por sentado muchas cosas. Intentar mantener las distancias para poder aportar algo nuevo. Creo que este ejercicio sólo lo puede hacer el diseñador. Trabajar con colaboradores externos te ayuda a potenciar esta capacidad.

P: Hablemos de Sonia. ¿Cómo fue su llegada a esta empresa?
R: Trabajaba en BCN en un estudio dedicado al diseño de automoción. El dueño de la empresa contactó directamente conmigo a través de un amigo común y me propuso la idea de empezar un departamento interno de Diseño en la empresa. Me pareció un reto construir este área desde cero y acepté.

P: Cuando llegó a Sonia, ¿había un estilo ya marcado? ¿un “diseño Sonia”?
R: Bueno, Sonia comenzó con el accesorio y luego el cristal. El metal estaba muy presente en todas sus creaciones, de hecho la primera colección se llamaba Ártica que incluía lavabos de cristal y soportes metálicos, muy frío todo. Eran piezas de artesanía con mucha elaboración, muy originales.
Cuando introducimos la línea de mobiliario la marca Artica estuvo influenciando durante mucho tiempo los desarrollos de Sonia. Hoy queda poco de aquello pero no descarto mantener un cierto estilo de los orígenes en futuros desarrollos. Sigo viendo el cristal un material con múltiples aplicaciones.

P: ¿Calidad, materiales, diseño, funcionalidad? ¿Hay algo que defina los trabajos de Sonia?
R: Calidad y funcionalidad. El primer diseñador de Sonia fue José María Ferrer, el dueño de la empresa. Es una persona que ha mimado el producto hasta el más mínimo detalle, desde usar materiales de primera hasta la longitud adecuada de los tornillos en un ensamblaje.  No sé si recordáis la frase de John Hammond en Jurassic Pack, "no hemos reparado en gastos", ese es mi jefe.
Ese espíritu lo mantenemos en cada uno de los proyectos en los que realizamos.

P: ¿Alguna curiosidad referida al diseño sobre algún país extranjero?
R: Me sorprendió mucho el mercado norte americano, es un mercado muy clásico e incluso a veces "lo excesivo". Desde entonces me fijo mucho en los decorados de las películas y te das cuenta de que realmente lo es.

P: ¿Un proyecto del que se sienta especialmente orgulloso?
R: Fractal. Es uno de los últimos proyectos, es formalmente muy atrevido, causó un gran impacto la primera vez que lo presentamos durante el desarrollo. El equipo comercial no nos cortó las alas por aquel entonces y ahora que lo veo realidad creo que va a ser uno de nuestros buques insignia este año.

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